VIRGEN NUESTRA SEÑORA DE LORETO, SANTUARIO DE LA SANTA CASA
En la década del ´50 (desde el km 0 y todo lo que abarcaba la Ruta 20 – más tarde llamada Avenida Fuerza Aérea-) la única iglesia existente era la de la Guarnición, también llamada “Nuestra Señora de Loreto” patrona de Fuerza Aérea; ubicada en lo que hasta ese momento era zona de seguridad y habitada en su mayoría por trabajadores de la Fábrica Militar de Aviones.
La comunidad con el deseo de crear un espacio, de encuentro, de reflexión, de oración y de prolongados diálogos, van amasando el deseo del proyecto de una parroquia más cercano a los hogares que se iban conformando. Se armaban tablones y se traía a un cura del centro para realizar las misas.
Ante el anhelo de hacer crecer este proyecto, el Sr. Valentín Drudi se comunica con los dueños de los terrenos (Aliaga y Reina), quienes donan los mismos para este emprendimiento. Más tarden Valentín, viajaría con su esposa Matilde Fortini a Italia y traerían la imagen de la Virgen de Loreto, que es la que ha está hoy en la Iglesia.
Luego de trámites en el arzobispado, queda conformada la parroquia que posteriormente (alrededor del año ‘60) es nombrando como cura párroco a Marcelino Juan y sería conformada como “Parroquia Nuestra Señora de Loreto”.
Con el tiempo, comienzan a construir un salón de usos múltiples, para festejos, reuniones y posteriormente conseguirían el permiso, para que, dividiendo el salón con cartones, (que se sacaban y ponían según el evento que se organizara) se crean las primeras “aulas” de lo que más tarde sería el puntapié inicial de lo que hoy es la Escuela Parroquial Nuestra Señora de Loreto”
Loreto es un proyecto comunitario que se gesta desde la espiritualidad de María. Loreto es el nombre de la casita y santuario testigo de la encarnación de nuestro Señor.
La Santa Casa de Loreto es el primer Santuario internacional dedicado a la Virgen y una antigua tradición hoy comprobada por estudios históricos y arqueológicos, nos dice que es, la Casa nazarena de la Virgen, la morada terrena de María en Nazareth.
LORETO ES CASA DE ESCUCHA SAGRADA porque es:
Casa y Santuario del Espíritu Santo. El misterio de la Encarnación del Verbo en el seno de María se ha cumplido por obra del Espíritu Santo. “Dice el ángel a María: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, sobre ti extenderá su sombra el poder del Altísimo” ( Lc 1, 35) ¿y donde se podrá hablar con más eficacia del papel del Espíritu Santo, dador de la vida, sino en el santuario lauretano que recuerda el momento y el lugar en el que él realizó la mayor de sus acciones vivificantes, dando vida, en el seno de María, a la humanidad del Salvador?” (Juan Pablo II)
Casa y Santuario de la Encarnación. La Santa Casa de Loreto es la misma casa de Nazaret que visitó el Arcángel Gabriel en la Anunciación a la Santísima Virgen María, es allí donde el Verbo se hizo Carne y habitó entre nosotros. Allí también vivió la Sagrada Familia a su regreso de Egipto y donde Jesús pasó 30 de sus 33 años junto a La Virgen y San José.
Casa y Santuario de la Inmaculada. María nació en su casa de Nazaret. Los Papas, desde Julio II (1507), han considerado a la Santa Casa de Loreto el lugar “donde la bienaventurada Virgen fue concebida, criada y saludada por el ángel”. “La Santa Casa de Loreto, donde aún resuena, por decir así, el saludo de Dios te salve, llena de gracias, es, pues, un lugar privilegiado no solo para meditar en la gracia, sino también para recibirla, incrementarla y recuperarla, si se hubiera perdido, mediante los sacramentos” (Juan Pablo II)
Casa y Santuario de la vida oculta de Jesús. El ejemplo de la vida oculta de Jesús en la casa de Nazaret invita al cristiano a reflexionar sobre la primordial importancia de la oración y de la humildad.
Casa y Santuario de la familia. “La casa de la Sagrada Familia fue el primer templo, la primera iglesia desde la cual la Madre de Dios irradió su luz con su maternidad. La irradió con la luz que emana del gran misterio de la Encarnación: del misterio de su Hijo. La Sagrada Familia de Nazaret es modelo y rotección de todas las familias. Por eso los fieles invocan a la Virgen de Loreto como patrona de sus familias y de sus casas.
Casa y Santuario del Trabajo Santificado. Es otra de las enseñanzas de la Santa Casa. Dijo el Papa Juan XXIII durante su peregrinación a Loreto: “De la vida oculta de Jesús sabemos muy poco; pero acerca del trabajo de esos treinta años conocemos cuanto basta. Sobre el ejemplo de Jesús, veinte siglos del cristianismo han ayudado al hombre a reconocerse en su integridad, elevándolo a la conciencia de su dignidad” .Con la caída de nuestros primeros padres, el trabajo se había convertido en signo de maldición. Dios le dijo al hombre: “Con el sudor de tu frente comerás el pan ”( Gen. 3, 19). En la casa de Nazaret el trabajo se convierte en signo de redención y de santificación, ejercitado por el mismo Hijo de Dios por María y por José. Los trabajadores, mirando a la Sagrada Familia, comprenden su misión en el mundo, que tiende a prolongar en la historia la creación del Dios .
Casa y Santuario de la casa del Sí. El Verbo, haciéndose hombre en el seno de María, dice al Padre: “He aquí que vengo para hacer, oh Dios, tu voluntad” (Hebr. 10,7). María ante las palabras del ángel, que le había anunciado la divina maternidad, responde: ¡Fiat! “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí lo que has dicho” (Lc. 1,38) ¡Son los dos sí que han salvado al hombre! José dijo su sí después del sueño: “despertando del sueño, José hace como le había ordenado el ángel del Señor y tomó consigo a su esposa” (Mt. 1, 24). De tal modo la Santa Casa se convierte en lugar privilegiado de oración y de ofrenda para todos los cristianos conscientes que cada día renuevan el propio sí a Cristo.
Casa y Santuario de la Reconciliación. La Santa Casa fue llamada alguna vez “arca de la nueva alianza”. Jesús ha establecido, con su muerte y resurrección, la nueva y eterna alianza entre Dios y los hombres. Él los ha
Casa y Santuario de la Casa del Enfermo. Una iconografía representa a San José sufriendo y muriendo en la Santa Casa. Las veneradas paredes han conocido también el dolor, la enfermedad y la muerte.
Casa y Santuario de la Casa en camino. La casa en camino es símbolo de la gran casa de la familia humana que camina al encuentro de Cristo hacia la casa del Padre, acompañada por la Virgen.
Por eso se vuelve lugar obligado de peregrinación de los grandes santos de la historia: allí se encuentran con la casa en donde se gesta la historia de salvación, en donde se hilvana en lo cotidiano cada página del Evangelio.